martes, 1 de junio de 2010

Campo Argentino


Debajo del musgo del bebedero se esconde la verdad de la pampa.
En ninguno de los potreros se siembran esperanzas y las vacas, en sus rincones, se dejan morir. Porque el peón nunca pudo ser su dueño y el patrón no los deja de agredir.
El latido de un bombo hace vibrar a la tierra, desde los surcos arados salen gritos de impotencia.
Agoniza el último gaucho escuchando coplas en el viento y un caballo sin jinete relincha en la llanura, aturdido por las coplas de las voces muertas.

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